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Semana Argi ibili

 

La Semana Argi Ibili quiere visibilizar los rumores y argumentos para enfrentar el racismo y la xenofobia que se propagan en nuestro entorno sobre las mujeres migrantes por el color de su piel, por su edad, por razón de género, religión o país de origen o por el hecho de ser mujeres. 

 

LAS MUJERES INMIGRANTES VIENEN PARA QUITARNOS LAS AYUDAS
NO ES CIERTO. PIENSA UN POCO

Para percibir ayudas hay que cumplir ciertos requisitos independientemente del lugar de nacimiento. De las ayudas no se vive, se sobrevive. La igualdad de trato a la ciudadanía es un principio fundamental de las sociedades democráticas recogida en la Ley Integral para la Igualdad de Trato y la no discriminación por motivos de sexo, religión, origen étnico o racial, por discapacidad, edad, orientación sexual o convicciones. La Carta de los derechos fundamentales de la UE también lo refleja en los artículos 10, 19, 20 y 21.

 

 

HAY MUCHAS MUJERES MIGRANTES QUE NOS QUITAN EL TRABAJO
TE EQUIVOCAS, FACILITAN QUE OTRAS LO TENGAN

La trabajadora inmigrante, en comparación con la mujer autóctona, se halla en los estratos más bajos de la estructura ocupacional, cubriendo los huecos laborales peor pagados, con menos prestigio social. No solo aportan trabajo, además facilitan que otros lo tengan como es el caso de las mujeres autóctonas con empleadas del hogar extranjeras. ¿Qué trabajo quitan realmente? El de las tres “p”: Precario, Penoso y Peligroso.

 

 

LAS MUJERES MIGRANTES NO QUIEREN TRABAJAR
PUES MUCHAS SON RECHAZADAS POR SU COLOR DE PIEL

Las mujeres migrantes encuentran grandes dificultades para trabajar: el idioma, la titularidad de un permiso de residencia y trabajo, el racismo, (sí aquí, en Bizkaia, y en el siglo XXI aún se rechaza a las personas por su color de piel). Las mujeres migrantes quieren trabajar y luchan para erradicar matrimonios forzosos, la violencia machista, la discriminación de las mujeres en el acceso a los derechos o las mutilaciones genitales femeninas y apuestan por el liderazgo de las mujeres en el desarrollo económico.

 

 

LAS MUJERES MIGRANTES TIENEN MÁS HIJOS PARA COBRAR MÁS AYUDAS
¡QUÉ DICES! Las mujeres migrantes encuentran las mismas dificultades que las autóctonas a la hora de tener hijos o hijas NO TIENE NADA QUE VER CON LAS AYUDAS

Ser madre, por ejemplo, en África, es fuente de poder, de estatus social, es una responsabilidad muy dura que recae sobre sus hombros. Los roles de madre y generadora de ingresos nunca han sido antagónicos en otras culturas distintas a la nuestra pues siempre han trabajado fuera de casa para alimentar a sus familias. Si fuese cierto que están aquí por las ayudas sociales ¿por qué muchas vuelven a su país? Venían por trabajo no por ayudas. Además, encuentran las mismas dificultades que las autóctonas a la hora de tener hijos o hijas y su pauta reproductiva se va igualando a la de las mujeres autóctonas. Y es que conciliar el trabajo y la familia es un problema que nos toca a todas independientemente de donde vengamos. Y no te creas que por el hecho de tener hijos o hijas aquí consiguen los papeles, porque los procesos de regularización van por otros caminos.

 

 

LAS MUJERES MIGRANTES NO TIENEN FORMACIÓN Y SON INCULTAS
SI TÚ SUPIERAS LO QUE CUESTA CONVALIDAR LA FORMACIÓN

Los datos desmienten esta idea, existe un alto porcentaje de mujeres migrantes que poseen estudios superiores y de secundaria. Sin embargo, pocas acceden a un trabajo cualificado, aunque tengan formaciones superiores porque la convalidación de títulos es un obstáculo de la propia legislación.
Las mujeres migrantes aportan y contribuyen a la sociedad de acogida (mediante los impuestos IRPF, contribuciones en la Seguridad Social, IVA, ITV, con todas las tasas y precios públicos de cualquier bien o servicio) y a la sociedad de la que proceden con el envío de remesas.

 

 

EL USO DEL VELO SUPONE LA SUMISIÓN DE LA MUJER FRENTE AL HOMBRE Y, POR ESO, CREA PROBLEMAS DE CONVIVENCIA
¿Y el modelo de belleza vigente en el mundo occidental no es humillante para las mujeres? El uso del pañuelo depende de las tradiciones y costumbres de un lugar. Prohibirles usarlo sería tan injustificable como obligarlas a llevarlo.

Muchas mujeres usan el hiyab por decisión propia. Para ellas, además de ser parte de su religión, es una opción personal, llevar el velo es un símbolo de identidad. Lo es para las mujeres que viven en países occidentales, que lo utilizan como una manera de permanecer fieles a sus orígenes, lejos de su tierra y distinguirse como miembros de su comunidad.

El próximo vídeo es el cortometraje «Hiyab» realizado por Xavi Sala

 

 

LAS MUJERES MIGRANTES NO TIENEN INTERES EN INTEGRARSE
La integración es un compromiso entre las dos partes, no solo de quien llega

Cuando nos trasladamos a un país nuevo, las personas tendemos a relacionarnos más con quienes comparten nuestra misma cultura, religión, nacionalidad o idioma. Si la migración es un desarraigo, para el arraigo se requiere de un suelo fértil. Es decir, que para llegar a sentirte como en casa no basta con la voluntad de la persona que migra. Es igual de importante la actitud de la sociedad de llegada hacia la diversidad cultural y la forma en que acoge a las personas migrantes. La población migrante debe aceptar las leyes y los valores fundamentales de la nueva sociedad y a su vez, la sociedad receptora debe posibilitar la integración basada en el respeto y la dignidad, ofreciendo las condiciones necesarias a nivel jurídico, social, educativo y sanitario.