Noticia16/05/2023

Trabajo realizado en la emergencia de Turquía y Siria

El 6 de febrero de 2023, a las 04,17h, tuvo lugar un terremoto de magnitud 7,9 en Pazarcık, distrito de Kahramanmaraş, al sudeste de Turquía, seguido de hasta 42 réplicas, una de ellas de magnitud 7,6. A lo anterior, hay que añadir una nueva tragedia provocada por un terremoto independiente de 6,4 intensidad -y más de 6.000 réplicas-, ocurrido en la tarde del 20 de febrero.

El 10 de marzo se registraban más de 48.000 personas fallecidas en Turquía, además de miles de heridas. Según el Servicio Presidencial de Desastres y Emergencias (AFAD) y la Unidad de Coordinación en Salud (SAKOM), el terremoto ha afectado a más de un 13,5 millones de personas de las cuales -al menos- 1,7 millones eran refugiadas sirias.

El terremoto impactó también seriamente el norte de Siria. En esta región viven 4,6 millones de habitantes de los que 4,1 dependían ya de la ayuda humanitaria, la mayoría mujeres y menores. Desde que ocurrió el terremoto se están produciendo réplicas de forma habitual, lo que ha generado y genera mucho miedo en la población que muestra resistencias a estar en un sitio cerrado. Aún hay cientos de miles de desaparecidos y cientos de miles de personas alojadas en alojamientos colectivos o en comunidades de acogida donde habitualmente se alojan con familiares o amistades.

Caritas Bizkaia se sumó desde el primer momento a la llamada de emergencia y ha recaudado 161.004,1 euros gracias a la solidaridad vizcaína que se invertirán en la fase de reconstrucción. Hasta el momento la red Cáritas ha apoyado en coordinación con las autoridades locales y otras organizaciones en la fase de emergencia analizando las necesidades, distribuyendo ayuda material de primera necesidad (alimentación, agua, kit de higiene, mantas), ayuda monetaria, medicinas y dando alojamiento seguro. En el último mes se han puesto en marcha actividades de apoyo escolar y se han vuelto a abrir algunas escuelas.

Testimonios:

“Nuestra vida ha cambiado completamente. A diario docenas de personas llaman a la puerta de la diócesis pidiendo ayuda. Aún dormimos en nuestros coches, nuestras casas aún no son habitables. Este drama nos supera, pero hacemos todo lo que podemos para asistir a los afectados, sintiendo la solidaridad de todas las personas. Esta tragedia ha afectado la vida de todos”, señala un trabajador de Cáritas en Anatolia.

“Intentamos visitar las familias, especialmente las más aisladas, escuchando sus necesidades y tratando de ayudarles a superar este trauma. El otro día, de hecho, un niño nos pidió juguetes para él y sus hermanos, además de comida y bienes básicos”, señala un voluntario acreditado para trabajar en la zona

La red de Caritas hace un llamamiento para que no se olvide que la recuperación social tras el impacto de este terremoto será un trabajo de medio y largo plazo.