Noticia24/10/2022

Irati Amezaga Alonso. Proyecto de voluntariado internacional

Yurimaguas 2 de octubre de 2022. Buenavista, Hogar Virgen de Fátima, mi nuevo hogar.

Volver a Yurimaguas después de dos años y medio ha sido como regresar a una segunda casa, donde todo parece igual y parece que no ha pasado nada. Es una aventura diferente porque venir sola es otro reto más, pero la acogida de Cáritas, del hogar y de todas las personas que me voy encontrando, hace que el reubicarse de nuevo sea mucho más fácil.

El calor asfixiante hace que el ventilador sea mi mejor amigo y las lluvias que arrasan con todo que ni el paraguas más grande te tape. Aun así, la selva es un lugar precioso por descubrir por toda la diversidad que tiene y no dejo de tener los ojos y los oídos siempre abiertos en cada rincón nuevo que me encuentro.

Pero sobre todo su gente, personas que acogen y que hacen que me sienta parte de ellas. Empezando por las personas de diferentes comunidades, que trabajan y luchan por una Iglesia que acoge a todas y ayuda a las personas de su comunidad y de su pueblo. Siguiendo por Cáritas Yurimaguas, que me consideran una más del equipo y hacen que me sienta útil y válida. Y terminando por donde vivo, las chicas del Hogar Virgen de Fátima, mujeres jóvenes y luchadoras que se esfuerzan día a día por un  futuro mejor a través de los estudios, y por el Padre y la hermana que les acogen, les acompañan, les educan y nos cuidan.

 

Extracto del Boletín nº70 de octubre de 2022 del Hogar Virgen de Fátima (Yurimaguas)