Desde Cáritas lanzamos 8 propuestas políticas para conseguir un futuro que ni es lejano, ni es difícil de alcanzar, y en el que todas las personas podrán vivir mejor.
Porque los cuidados no pueden depender de tener recursos para pagarlos. Tampoco deben recaer sobre un familiar a quien no se reconozca el trabajo (casi siempre, una mujer). El Estado debe asegurar los cuidados y que quienes cuidan tengan condiciones laborales adecuadas.
Porque la realidad de las personas extranjeras es diversa, pero las opciones para regularizarse pasan, casi en exclusiva, por con un contrato de trabajo, sin tener en cuenta otros criterios. Al no tener alternativas de regularización, su situación de vulnerabilidad social empeora.
Porque el concepto de violencia machista recogido en las leyes deja fuera tipos de violencia contra la mujer que deben ser contemplados. Además, las medidas de protección y los requisitos para acceder a ciertas prestaciones varían en función del territorio en el que residen.
Porque en muchos estados están proliferando leyes represivas que limitan la libertad de expresión, participación, reunión… Además de aumentar las persecuciones a líderes de comunidades y defensores de los derechos humanos.
El futuro que nos imaginamos no es un futuro lejano, es un futuro que podemos alcanzar en los próximos años si ponemos a las personas más vulnerables en el centro de la agenda política.
Desde Cáritas trabajamos para que los partidos incluyan nuestras propuestas en sus programas electorales y las implementen durante la próxima legislatura.