Conoce Caritas Bizkaia

Caritas Bizkaia es la comunidad cristiana de la Iglesia de Bizkaia promoviendo la acción social y caritativa en el territorio.

Fundamentada en el voluntariado, promueve el compromiso social, la participación y el trabajo en red. Ayuda a la promoción humana y al desarrollo integral de todas las personas trabajando desde el enfoque de derechos, visibilizando, sensibilizando y denunciando las causas que generan injusticia social y proponiendo alternativas para la transformación social.

Conoce más sobre nuestros fines, constitución y organización en el territorio.

 

 

¿Quiénes formamos Caritas Bizkaia?

 

40 Unidades pastorales

Desde donde se desarrollan 240 proyectos que promueven la acción caritativa y social de la Iglesia de Bizkaia.

 

11.922 Personas participantes y acompañadas (52% mujeres)

Son las protagonistas de su propio desarrollo y eje de la acción de Caritas Bizkaia.

 

1.861 Personas voluntarias (78% mujeres)

Son el pilar básico e insustituible de la acción de Caritas Bizkaia.

 

4.421 Personas socias y colaboradoras (53% mujeres)

Sostienen desde su compromiso social y económico la acción de Caritas Bizkaia.

 

136 Jornadas de Personas Contratadas (79% mujeres)

Junto con las personas voluntarias, están llamadas a transformar la sociedad guiadas por el compromiso transformador.

¿Quiénes formamos Caritas Bizkaia?

  • 40 Unidades Pastorales: Desde donde se desarrollan 240 proyectos que promueven la acción caritativa y social de la Iglesia de Bizkaia.
  • 11.922 Personas participantes y acompañadas (52% mujeres): Son las protagonistas de su propio desarrollo y eje de la acción de Caritas Bizkaia.
  • 1.861 Personas voluntarias (78% mujeres): Son el pilar básico e insustituible de la acción de Caritas Bizkaia.
  • 4.421 Personas socias y colaboradoras (53% mujeres): Sostienen desde su compromiso social y económico la acción de Caritas Bizkaia.
  • 136 Jornadas de personas contratadas (79% mujeres): Junto con las personas voluntarias, están llamadas a transformar la sociedad guiadas por el compromiso transformador.

Misión

Anima y acompaña al conjunto de la Comunidad Cristiana en su dimensión sociocaritativa. Fundamentada en el voluntariado, promueve el compromiso social, la participación y el trabajo en red. Acompaña a las personas en sus procesos de inclusión social, alimentando su esperanza y trabajando por los derechos de todas ellas para que desarrollen una vida digna. Visibiliza, sensibiliza y denuncia las causas que generan injusticia, proponiendo alternativas para la transformación social

Misión

Anima y acompaña al conjunto de la Comunidad Cristiana en su dimensión sociocaritativa. Fundamentada en el voluntariado, promueve el compromiso social, la participación y el trabajo en red. Acompaña a las personas en sus procesos de inclusión social, alimentando su esperanza y trabajando por los derechos de todas ellas para que desarrollen una vida digna. Visibiliza, sensibiliza y denuncia las causas que generan injusticia, proponiendo alternativas para la transformación social

Valores
  • Amor Fraterno: Atención y cuidado incondicional que nos vincula a las personas.
  • Cercanía: Compromiso en lo local creando vínculos desde la igualdad y el respeto.
  • Esperanza: Confianza plena que sostiene, acompaña y alienta el sentido de la vida.
  • Eficiencia: Capacidad para cumplir adecuadamente nuestra misión aprovechando al máximo nuestros recursos y posibilidades.
  • Honestidad: Coherencia con las señas de identidad e integridad para asumir la fortaleza y la debilidad.
  • Gratuidad: Disponibilidad para poner al servicio de otras personas lo que somos y tenemos sin esperar nada a cambio.
  • Participación: Cauce para que cada persona sea protagonista de su propia vida y forme parte activa de su entorno.
Visión

Ser testimonio del amor de Dios y de la fraternidad de la comunidad cristiana con todas las personas, en especial con las más empobrecidas y excluidas, optando por una sociedad más solidaria, justa y participativa. Desde el compromiso para:

  • Fortalecer la dimensión sociocaritativa de la fe como elemento nuclear en la vida de las comunidades
  • Activar estrategias de participación y movilización orientadas al compromiso en favor de una sociedad justa y solidaria.
  • Acompañar procesos de inclusión social generando iniciativas innovadoras de espacios de relación y participación comunitaria, desarrollo de la dimensión espiritual y respuesta a necesidades descubiertas.
  • Descubrir, visibilizar y denunciar realidades de exclusión y situaciones en las que los derechos no están siendo reconocidos.

Valores

Amor fraterno

Atención y cuidado incondicional que nos
vincula a las personas .

«Amarás a tu
prójimo como a ti mismo»
(Mt 22, 39)

Cercanía

Compromiso en lo local creando vínculos desde la igualdad y el respeto

«El reino de Dios
está cerca de vosotros»(Mc 1, 15)

Esperanza

Confianza plena que sostiene, acompaña y alienta el sentido de la vida.

«No nos dejemos
robar la esperanza»
(Evangelii Gaudium 86) 

Eficiencia

Capacidad para cumplir adecuadamente nuestra misión aprovechando al máximo nuestros recursos y posibilidades.

«El que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y
a treinta por uno»
(Mt 73, 23).

Honestidad

Coherencia con las señas de identidad e integridad para asumir la fortaleza y la debilidad.

«Dichosos los de corazón limpio,
porque ellos verán a Dios»
(Mt 5,8) 

Gratuidad

Disponibilidad para poner al servicio de otras personas lo que somos y tenemos sin esperar nada a cambio.

«Dad gratis, lo que gratis
habéis recibido»
(Mt 70, 8)

Participación

Cauce para que cada persona sea protagonista de su propia vida y forme parte activa de su entorno.

«Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz» (Lc 8,16) 

Visión

Caritas Bizkaia quiere en los próximos tres años:

Fortalecer la dimensión sociocaritativa  de la fe como elemento nuclear en la vida de las comunidades.

Activar estrategias de participación y movilización orientadas al compromiso en favor de una sociedad justa y solidaria.

 

Acompañar procesos de inclusión social generando iniciativas innovadoras de espacios de relación y participación comunitaria, desarrollo de la dimensión espiritual y respuesta a necesidades descubiertas.

 

 

Descubrir, visibilizar y denunciar realidades de exclusión y situaciones en las que los derechos no están siendo reconocidos

 

Nuestro modelo de Acción social

Trabajar desde las capacidades y las potencialidades acompañando procesos.

Nuestro modelo de acción opta por un método centrado en el acompañamiento a los procesos de crecimiento de las personas y de las comunidades, lo cual centra la atención en los «caminos» más que en las «metas».

Cauce de la acción de la comunidad eclesial.

Cuando Cáritas actúa no es ella quien lo hace, sino la Iglesia en su conjunto. Nuestro modelo opta porque nuestra acción sea cauce para el desarrollo del compromiso de toda la Iglesia con los pobres.

Mirada de derechos

Nuestro Modelo se fundamenta en el reconocimiento de la dignidad del ser humano y bajo la perspectiva de Derechos en la intervención individualizada nos coloca «en una relación radical de igualdad: las personas somos iguales en dignidad y derechos. Esto implica acompañar desde la consideración de la otra persona como sujeto de derechos y no como beneficiaria de una acción. Esa persona es la protagonista de su proceso, y mi acompañamiento tiene como objetivo  garantizar que pueda ejercer sus derechos en plenitud».

Acción integral.

Nuestro modelo de acción opta por una acción integral, consciente de que cuando actúa sobre una parte está afectando tanto al conjunto de la persona como de las comunidades, de las sociedades y de sus estructuras. Así, la acción social de Cáritas opta por la transformación de manera integral abarcando todas las dimensiones, acompañando personas, animando comunidades y haciendo anuncio y denuncia profética.

Realizar acciones significativas.

Nuestras acciones tienen que surgir de motivaciones claras y estar impregnadas de valores alternativos que permitan traslucir su significado: la construcción de una sociedad inspirada en los valores evangélicos. Todas ellas deben ser «significativas», no se pueden agotar en sí mismas, sino que van más allá de sus pretensiones instrumentales dejando traslucir procesos de personalización, humanización y liberación.

Participación social

Nuestro modelo parte del paradigma de la participación social como estrategia de intervención. La implicación personal y la participación social se entienden como mecanismos relacionados que impactan positivamente en las posibilidades de autonomía personal e integración relacional. Desde la perspectiva de la intervención con personas en situación de vulnerabilidad y exclusión social, acción colectiva y empoderamiento son inseparables para la participación.

Trabajar desde las capacidades y las potencialidades acompañando procesos.

Nuestro modelo de acción opta por un método centrado en el acompañamiento a los procesos de crecimiento de las personas y de las comunidades, lo cual centra la atención en los «caminos» más que en las «metas».

Ser cauce de la acción de la comunidad eclesial
 

Cuando Cáritas actúa no es ella quien lo hace, sino la Iglesia en su conjunto. Nuestro modelo opta porque nuestra acción sea cauce para el desarrollo del compromiso de toda la Iglesia con los pobres.

 

Mirada de derechos.

Nuestro Modelo se fundamenta en el reconocimiento de la dignidad del ser humano y bajo la perspectiva de Derechos en la intervención individualizada nos coloca «en una relación radical de igualdad: las personas somos iguales en dignidad y derechos. Esto implica acompañar desde la consideración de la otra persona como sujeto de derechos y no como beneficiaria de una acción. Esa persona es la protagonista de su proceso, y mi acompañamiento tiene como objetivo  garantizar que pueda ejercer sus derechos en plenitud».

Acción integral.

Nuestro modelo de acción opta por una acción integral, consciente de que cuando actúa sobre una parte está afectando tanto al conjunto de la persona como de las comunidades, de las sociedades y de sus estructuras. Así, la acción social de Cáritas opta por la transformación de manera integral abarcando todas las dimensiones, acompañando personas, animando comunidades y haciendo anuncio y denuncia profética.

Realizar acciones significativas.
 
 

Nuestras acciones tienen que surgir de motivaciones claras y estar impregnadas de valores alternativos que permitan traslucir su significado: la construcción de una sociedad inspirada en los valores evangélicos. Todas ellas deben ser «significativas», no se pueden agotar en sí mismas, sino que van más allá de sus pretensiones instrumentales dejando traslucir procesos de personalización, humanización y liberación.

 

Participación social

Nuestro modelo parte del paradigma de la participación social como estrategia de intervención. La implicación personal y la participación social se entienden como mecanismos relacionados que impactan positivamente en las posibilidades de autonomía personal e integración relacional. Desde la perspectiva de la intervención con personas en situación de vulnerabilidad y exclusión social, acción colectiva y empoderamiento son inseparables para la participación.

¿Cómo nos organizamos?

Caritas Bizkaia está formada por:

 Acción territorial

La acción territorial incluye tareas de intervención, animación, participación, gestión y coordinación con otras realidades en el ámbito eclesial y social. 

Se desarrolla por vicarias y unidades pastorales que son referencia territorial para el voluntariado. 

  • Vicaría I. Encartaciones Bajas. Santurtzi, Portugalete, Sestao, Barakaldo centro, Barakaldo periferia (incluye Zorroza). Ortuella, Trapagaran, Muskiz, Abanto-Zierbena.
  • Vicaria II. Encartaciones Altas. Alonsotegui, Güeñes, Gordexola, Zalla, Balmaseda, Sopuerta, Galdames, Artzentales, Trucíos, Valle de Villaverde, Karrantza y Lanestosa.
  • Vicaria III. Bilbao-Abando. UP Autonomía – Indautxu, UP Abando – Albia, UP Rekalde, Torre – Urizar, Masustegui (Bilbao). Etxebarri – Basauri (excepto San Miguel)
  • Vicaria IV. Durango. Arratia, Ugao – Orozko (incluye San Miguel Basauri), Oiz, Anboto; Tabira, Zornotza y Galdakao.
  • Vicaria V. Gernika. Bermeo, Gernika y Lea Artibai: Ondarroa, Markina – Lekeitio
  • Vicaria VI. Uribe. Ibaigane: Erandio – Altzaga, Areeta, Leioa, Lamiako, Astrabudua
    Getxo-Algorta, Plentzia: 
    Berango, Sopelana, Gorliz, Plentzia, Urduliz, Lemoiz… Txorierri y Mungialdea
  • Vicaria VII. Bilbao Begoña. Artxandape, Begoña, Otxarkoaga-Txurdinaga, Casco Viejo-Atxuri-La Peña, UP Deusto, UP San Ignacio, Santutxu
      
Áreas de intervención

Ámbitos de intervención y coordinación con carácter diocesano que dan respuesta a necesidades y/o colectivos concretos y que aportan criterios, propuestas de acción y análisis de la realidad.

La organización define en cada momento, en el marco del plan estratégico, las áreas de intervención que necesita para lograr la MISIÓN.

Áreas territoriales. Son áreas que se caracterizan por el desarrollo en el ámbito territorial, el desempeño de la tarea fundamentalmente a través de voluntariado y por el acompañamiento a las personas voluntarias, como herramienta de trabajo principal.

Acogida integral; Relaciones Familiares, Promoción Social y Personal; Mayores y envejecimiento; Cooperación Internacional y Migraciones

Áreas específicas. Son áreas que se caracterizan por su especialidad, relación directa con los sistemas públicos y por ser intensivas en personal contratado cualificado, junto con la participación del voluntariado.

Sin Hogar, Empleo y economía solidaria, Juventud acompañados por el Servicio Psicológico y Servicio Jurídico.
Departamentos

Son estructuras diocesanas de gestión y apoyo al servicio del conjunto de la organización para el cumplimiento de su Misión y Plan Estratégico.

Su actividad se centra en la gestión de las personas (voluntarias, contratadas y colaboradoras), los recursos materiales, el conocimiento y la comunicación.

Se caracterizan por su especificidad técnica y su actividad se realiza principalmente a través de personal contratado junto con la participación del voluntariado.

Administración; Análisis y desarrollo; Gestión y desarrollo de personas; Sensibilización, Comunicación e Incidencia; Informática; Voluntariado.

¿Cuál es nuestra estructura?

Obispo de Bilbao

Como organismo oficial de la Diócesis de Bilbao, Cáritas Diocesana actúa bajo el mandato y la encomienda del Obispo de Bilbao, D. Joseba Segura Obispo de Bilbao.

Delegado episcopal y Foro de consiliarios

El Delegado Episcopal, nombrado por el Obispo, asesora a Cáritas garantizando los vínculos de comunión con los organismos y proyectos pastorales diocesanos. Manu Moreno es el actual Delegado, siendo además Delegado de Caridad y Justicia. Cuenta con el asesoramiento de un foro con todos los consiliarios de Caritas de cada Unidad Pastoral de la Diócesis.


Consejo Diocesano
 

Integrado por el Director, el Delegado Episcopal y hasta trece personas consejeras más. De ellas, siete en representación de las Cáritas de cada Vicaria. Delibera y fija los criterios y orientaciones generales de Cáritas impulsando la integración de la acción caritativa y social en toda la Diócesis de Bilbao.

 

Consejo de Asuntos Económicos

Constituido por 7 personas, asesora al Director en la preparación del presupuesto y en la elaboración de las cuentas anuales de la entidad a presentar para su aprobación al Consejo Diocesano de Cáritas. Expresa su parecer sobre actos de administración extraordinaria y supervisa el estado patrimonial de la entidad.

 

 

Equipo directivo

El equipo directivo de Caritas Bizkaia tiene como misión liderar al conjunto de la entidad para que sea expresión de la opción preferente de la Iglesia de Bizkaia por las personas más vulnerables, siendo ejemplo de identidad, trabajo en equipo, disponibilidad y motivación. Para ello, gestiona estratégicamente estableciendo las directrices y coordinando los planes de trabajo desde la serenidad, implicación y la cercanía. Promueve la participación, garantizando la coherencia y la sostenibilidad y vela por el acompañamiento a cada persona de la organización en su desarrollo personal y profesional.

Un poco de historia

La ayuda social americana 

Cáritas Diocesana de Bilbao se erigió canónicamente el 28 de noviembre de 1956. En el momento de su creación, había Cáritas Parroquiales organizadas en 106 de las parroquias de Bizkaia.

Una de sus primeras labores fue el reparto de la ayuda internacional, básicamente el ASA (Ayuda Social Americana) que enviaba la Cáritas estadounidense (CRS: Catholic Relief Services).

En 1957  se promueve junto con otras entidades públicas y privadas, una comisión o patronato que empieza a trabajar en los suburbios. También se comienza a trabajar organizadamente en 1958 para la atención a ‘transeúntes’ (lo que después se llamó ‘Sin Techo’, y hoy ‘Personas Sin Hogar’).

 

La promoción social comunitaria

Los años 60 marcan el lanzamiento del primer plan de Cáritas con unas líneas de acción claras y definidas, tales como el análisis global de la pobreza, sus causas, localización, diagnóstico (Plan ‘Comunicación Cristiana de Bienes’ y primer informe ‘FOESSA’)…;

En cuanto a lo ideológico, ya desde finales de la década anterior se venía trabajando en la idea de pasar de “lo puramente benéfico-asistencial a lo social”.

Cáritas va inclinando sus preocupaciones a entender a otros colectivos (población gitana, en situación de reclusión, mayores, personas enfermas terminales…

Cáritas hace ya una decidida opción por la justicia social, en sintonía con lo aprobado en el Concilio Vaticano II. Así, se inician las mesas redondas de las asociaciones de familias y de barrio.

En 1975 se presenta la primera campaña bilingüe en euskera y castellano «Nun dezu senidea? ¿Dónde está tu hermano?.

Extendiendo derechos en época de crisis

Se agrava la crisis económica y en Cáritas Diocesana de Bilbao el Programa de Inserción Laboral se convierte en punta de lanza de la acción social, fomentando, sobre todo, la formación para el empleo, la orientación laboral (se crea el programa Norabide) y las ayudas para autoempleo.

Ante el problema de la droga Cáritas se ocupará de poner en marcha ‘Proyecto Hombre’ en Bizkaia cuyo presidente sigue siendo hoy el Director de Caritas Bizkaia.

Durante estos años se va realizando una reflexión sobre el ‘nuevo rostro’ de Cáritas que profundiza aún más en las claves de promoción de la persona y desarrollo comunitario, iniciándose además la animación rural como tal.

Nuevas formas de exclusión

Se constata que las estructuras sociales generan nuevas formas de exclusión desconocidas hasta entonces (familias desestructuradas, mayores, inmigración extrema, acceso a la vivienda…). Esto conlleva una mayor necesidad de especialización en las respuestas. El informe FOESSA de 1.994 constata una reduccióin de la pobreza severa (grave exclusión), pero un aumento de la moderada.

En esta década se produce una mayor apertura de Cáritas a la sociedad, participando en diferentes foros, plataformas, coordinadoras…

Tras un período de reflexión en las bases, en 1.997 se apuesta por el ‘Proyecto común’ de toda Caritas Bizkaia, donde empieza a trabajarse el acompañamiento a diferentes Caritas Territoriales de nuestra Diócesis.

 

Cáritas ante la crisis

Cáritas dirige su acción a las personas en situación o riesgo de exclusión con prioridad hacia las más olvidadas que no encuentran respuesta ni apoyo en la sociedad.

Las personas voluntarias y contratadas trabajan desde la corresponsabilidad participación y relaciones de cercanía e igualdad, enraizadas en la identidad y el Modelo de Acción Social.

En la primera década del nuevo milenio Cáritas debe dar respuesta a la situación de vulnerabilidad de la población migrante que empieza a llegar de forma significativa a Bizkaia y al resto del Estado.

 

 

Implicación y compromiso

Cáritas ha hecho propuestas políticas relativas a la protección social, la salud, la educación o el empleo; dirigidas a reducir el carácter hereditario de la pobreza y su cronificación. Prueba de ello es su trabajo sobre Garantía de Ingresos Mínimos.
Ha puesto de manifiesto  a través de la publicación de dos informes quinquenales FOESSA y de la serie anual Análisis y Perspectivas, la existencia de deficiencias estructurales de nuestro modelo.
Ha fomentado la participación de toda la comunidad.
El testimonio y el compromiso activo son la mejor vacuna contra la apatía.